Un cristiano debe estar motivado a reflejar el carácter de Jesucristo en cada aspecto de la vida: la actitud, los deseos y las respuestas.
El apóstol Pablo es presentado como ejemplo porque siguió fielmente a Cristo, y se anima a los creyentes a imitar esos ejemplos piadosos.
La Escritura advierte al creyente que no siga las tradiciones mundanas ni los deseos que están arraigados en la carne, en vez de en el Espíritu de Dios.
El verdadero cristianismo se trata de una transformación interna que produce un testimonio externo, influyendo a otros hacia Cristo.
Este llamado no es solamente personal; también es generacional y comunitario, animando a todos los creyentes — hombres y mujeres
— a caminar juntos en santidad con los ojos puestos en Cristo.
Resumen
• Filipenses 2:5 Un cristiano debe reflejar el carácter de Jesucristo.
• 1 Cor 11:1 Pablo es un modelo para nosotros porque siguió a Cristo.
• Efesios 2:2–3; Marcos 7:8
Debemos evitar tradiciones mundanas y deseos de la carne.
• Fil 4:9 La vida cristiana es transformación interna y testimonio externo.
• 2 Timoteo 2:2 Este llamado es personal y generacional.
Puntos Clave
• La Motivación Importa: Refleja los deseos y carácter de Cristo (Fil 2:5).
• Actitud de Cristo: Vive con humildad y obediencia (Ef 5:1–2).
• Imitar Ejemplos Piadosos: Sigue a Pablo como él sigue a Cristo
(Filipenses 3:17; 1 Corintios 11:1).
• Evita la Carne: Deja atrás el viejo estilo de vida (Efesios 2:2–3).
• Vive la Nueva Vida: Sé testimonio de la gracia de Dios (Efesios 2:4–5).
• Rechaza Tradiciones Vacías:
Obedece los principios de Dios, no rituales humanos (Marcos 7:8).
• Sé un Testimonio Vivo: Influye a otros con tu vida (Fil 4:9).
• El Discipulado es Generacional: Enseña y modela a Cristo (2 Tim 2:2).
• Unidad en la Imitación: Caminemos juntos con los ojos en Jesús
(Fil 3:17).
• Oración Constante: Busca fuerza diaria en Dios (Efesios 6:18).
Llamado a la Acción
• Examina tu corazón—¿Qué motiva realmente tus acciones?
(Salmo 139:23–24)
• Sigue el ejemplo de Cristo cada día (1 Pedro 2:21)
• Rechaza los hábitos mundanos (Romanos 12:2)
• Sé un modelo para otros (1 Timoteo 4:12)
• Comprométete a influir generacionalmente (2 Timoteo 2:2)
• Permanece unido a otros creyentes (Hebreos 10:24–25)
• Ora regularmente por fortaleza y dirección (Efesios 6:18)